sábado, 23 de enero de 2010

Mensaje sin botella



Ver como te reías con él, era bonito. Ver como el tiempo se detenía , cuando, por debajo de la mesa las manos se buscaban ocultando a los ojos desconocidos, la ternura que os encendía. Ver calmosamente,, cuando asomaban las ganas de teneros por encima del mundo.Ver, veros, verificar.
Observar como llega el cansancio, la inapetencia, la hipocresía, la vulgaridad, la cobardía...y no hay palabras para explicarlo ante la espera de la mujer que te ha llenado (con su latido cómplice), no es agradable ni entendible. Que después de meses, en silencio, comiences con tus excesos verbales re-conducidos a gigantes maniobras de rescate, que ella acepte y que no comprendas que para llegar al "cuando tú hablas, no tengo frío" de Rivas, hay que cabalgar por imperiosas tormentas sin cobijo aparente, mojándose en tremendas tempestades, las cuales he sofocado, como amiga constante y sin cronómetro.
 El crecimiento individual llega a ser un pulso con la vida y yo que cada día escucho tus silencios, me manifiesto en contra de tu vuelta a la conmovedora frase "pobre, estaba fatal", por eso no me ha llamado. Porque tú sí me llamas.
Disiento y no lo hago a escondidas. Brumas, siempre brumas, como una guerra constante, aspirando vacios espacios. Aspirándo-nos, hacia la generación de los necios..

Perdurable puede ser, encontrarse entre dos mares
impensable, el no navegar, inhibirse de las ondas
sumergirse, sin escoltas
acallar, como un soldado,
el miedo en el pecho, el "clamar" de los muertos.
¿Quién habla?
Derechas o izquierdas, fascistas o canallas,
reverendos apesadumbrados
o conciencias sin ganas.
Disiento de los héroes que callan a escondidas
las miserias muertas, los camiones blindados,
los "burkas" enemigos,las brigadas y los ejércitos.
Es fácil adivinar,que prefiero
el lenguaje de los cuerpos
sin duelos, sin batallas,
sin héroes, sin medallas.
Eterno cruce de caminos,
tierno amanecer sin ansias.

Canción: "Y pasa el tiempo". Revólver